La primera puerta entreabierta, la segunda cerrada.
La primera de madera , la segunda cristalera y entre ellas un recibidor sin muebles, con baldosas de colores, de paredes blancas y lámpara en el suelo
Una abarcas dejadas de cualquier manera.
No hay paraguas, no hay chaquetas, ni gorros, ni guantes, ni fufandas.
Sólo unas abarcas viejas con arena de playa.