Por necio y patético me describo, por pedante y exigente me vendo.
Yo, mí, me, conmigo, de mi abuso,
por intentar encontrar quimeras, entra gente de al uso.
¡Cómo estandarte me pongo! Y de mí me aburro, sin nada que contarme me dejó, a un lado por burro.
De baja categoría emocional y aburriendo a los demás, qué mal te veo el futuro chaval.
Ni el que menos te cree, ya a nadie engañas, por mucho que engalanes tus patrañas.
Con 30 no fuiste, con 50 no vendiste, y con 70, a adiós pides un despiste.
Entre el debe y el haber, nada pillas, y solo pides pasar, por la muerte de puntillas.