En el mismo instante de ahor, una voz me dice que no soy yo, que yo no soy el elegido, que nadie me tocó con la varita mágica. Que sólo me queda el trabajo, el sufrimiento, el tesón y la perseverancia. Sólo de pensarlo, me canso. Prefiero la varita.
En el mismo instante de ahor, una voz me dice que no soy yo, que yo no soy el elegido, que nadie me tocó con la varita mágica. Que sólo me queda el trabajo, el sufrimiento, el tesón y la perseverancia. Sólo de pensarlo, me canso. Prefiero la varita.